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FRAGMENTO
DE UN ARTICULO APARECIDO EN LA
REVISTA VIVA DE DIARIO “CLARIN” EL DOMINGO 5/9/10
Escrito por Carolina Esses
SALUD: TECNICAS CORPORALES PARA EJERCITAR EL ALMA.
EL MOVIMIENTO
CORPORAL INTEGRADOR
PROPONE UNA ACTIVIDAD FÍSICA QUE NO DEJA AFUERA
NI LA MENTE NI EL ESPÍRITU NI LAS EMOCIONES.
El Movimiento Corporal Integrador
trabaja
la energía, la emoción, el sentimiento, la mente y el espíritu,
además del cuerpo,
explica Leopoldo Godoy, Kinesiólogo y Director del CENTRO SATTVA.
Son seis, siete personas.
Hacen una ronda, se toman de las manos, siguen una coreografia de movimientos
ondulantes que a instructora improvisa en relación a la música
y a la respuesta de los mismos participantes.
Atenta, sonríe a cada uno.
Y aunque hay un guión, todo parece espontáneo, libre.
“Lo que se ve de afuera son los movimientos –dice el Kinesiólogo
y Osteopata, Leopoldo Godoy, director junto a su mujer Beatriz Lobl, del Centro
Sattva.- ; lo que no se ve es el movimiento interno que provoca la gimnasia”
…El Movimiento Corporal Integrador es una herramienta de autoconocimiento que escucha mejor al que muchas veces habla por nosotros: el cuerpo.
…Alicia Monti, por ejemplo
hace cuatro meses que se acercó al centro que dirige Godoy en busca de
clases de yoga, pero encontró algo mas.
“ Yo estaba pesada, dura –explica- y con esta gimnasia empecé
a mover músculos que ni recordaba tener. Además en muchos años
de Yoga nunca me enganché con la meditación. Ahora, lo que se
dice en las clases lo proyecto. Se generó un grupo humano también.
Eso en gimnasias más tradicionales no lo encontré”
Lo que Alicia experimenta es una técnica que Godoy llama Movimiento Corporal
Integrador. Una dinámica basada en la gimnasia rítmica expresiva
creada por Susana Milderman –Godoy se formó con Liliana Ardiles,
una de sus discipulas- que él fue ampliando.
“…En general se habla de cuerpo y alma o espíritu y materia;
y en los últimos tiempos se habla de cuerpo, mente y espíritu…”
“…¿Y la emoción? La emoción es más carnal
que lo espiritual. También está el sentimiento: lo que sale, lo
que le brindas al otro. Eso se ve en las clases. Nos tomamos de la mano, cantamos,
nos brindamos con el movimiento. Trabajamos la energía, porque a veces
tenemos fuerza, a veces no…”
“…Para mí el ser humano es cuerpo, energía, emoción, sentimiento, mente y espíritu. Tomé la primera letra de cada uno de esos elementos y formé la palabra CEESME: Eso es lo que somos…”
“…La idea es conectarse con el interno…”, en palabras de Godoy.
“…Se descargan las emociones a través de ejercicios corporales y técnicas que vienen del teatro. Y se expresan los sentimientos, a la vez que se trabaja mentalmente tomando conciencia de la respiración, de la capacidad de combinar movimientos y de la relajación...”
“…Y se mejoran problemas
físicos concretos…” Godoy, sin ir más lejos, solía
tener una pequeña renguera. Así fue como se acercó a la
gimnasia rítmica expresiva y, con el tiempo logró deshacerse del
realce que llevaba en el zapato.
“…Primero hay que armar la postura –explica-. A veces sólo
a través del trabajo con el tono de la voz de la persona, comienza a
expandirse. Es lo emocional ligado al movimiento.La postura influye en nuestro
pensamiento. Uno tiene que estar armado, pero flojo…”
“… Yo no le voy a diagnosticar una depresión a alguien que está con el pecho hundido, no es mi tarea –declara- pero lo cierto es que esa postura habla de esa persona. Cuando aprendemos a estar erguidos adquirimos la capacidad de mirar desde otro lugar. Sanar la postura y el movimiento trae un cambio de actitud…”
“…Y sí, lo ideal sería acercarse a este tipo de gimnasia guiados por las ganas de conocernos mejor; pero según lo especialistas, llega gente que ha recorrido un largo camino en la medicina o en terapias más convencionales, sin encontrar alivio…”
La propuesta de estas gimnasias es tomar conciencia de la postura del cuerpo, salir de la incomodidad que lo encorseta en rigideces y reencontrarse con el placer de un movimiento más fácil. Esto, afirman los especialistas, trae consigo un bienestar mayor, interno.
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"En el ser interior sólo hay paz y serenidad"
Publicado en
el Diario La Nacion el Domingo 6 de Junio de 2010
A boca de jarro / Leopoldo Jorge Godoy
Foto: Roll, Mauro
Luis Aubele
El kinesiólogo
promueve un movimiento que es síntesis de su formación y su experiencia.
"En realidad, cuando tenía 20 años quería ser actor
y estudiaba teatro en el Nacional Cervantes con Oscar Ponferrada, autor de El
carnaval del diablo . Ese verano, me inscribí en un curso y así
pude conocer a un profesor fabuloso que se llamaba Alberto Rodríguez
Muñoz, que fue quien introdujo en la Argentina el teatro circular, con
una versión de La gaviota , obra que el dramaturgo ruso Anton Chejov
escribió en 1896", recuerda el kinesiólogo Leopoldo Jorge
Godoy, profesor de movimiento corporal integrador y fundador del Centro Sattva.
Dedicado, según sus palabras, a la búsqueda de una forma de vida
más plena y armónica.
"Me deslumbró cómo enseñaba; una de las cosas que
siempre nos aconsejaba era que estudiáramos foniatría. También,
como yo tenía un pequeño problema articular, me recomendó
que me acercara al grupo de gimnasia rítmica expresiva yogui de Susana
Rivara de Milderman", continúa.
-¿Cómo era Susana Milderman?
Otro ser extraordinario, me maravilló su lenguaje, su manera decir, de
enseñar. Daba clases en el pasaje Seaver, en una sala-estudio de Caterina
Galanta. Había creado y enseñaba una técnica que era una
síntesis de largas búsquedas y contenía muchos elementos
del yoga. Pude curar mi problema articular, pero al estar en contacto con tan
grandes maestros casi sin darme cuenta fui cambiando el rumbo que quería
dar a mi vida. Yo había estudiado magisterio, trabajaba como maestro
y comprendí que me interesaba más la enseñanza y la relación
mente cuerpo que el teatro. Continué mi formación con otra guía
notable, Liliana Ardiles, hermana del doctor Hugo Ardiles, discípulo
de Susana Milderman y autor de la terapia de los centros de energía.
Podría resumir mi experiencia diciendo que me enamoré del sistema.
Paralelamente, estudié y me recibí de kinesiólogo.
-¿Cómo sigue la historia?
Continué trabajando hasta que un día Liliana me anunció
que ya estaba en condiciones de tener un lugar propio. Eso hice, seguí
creciendo y junto con Beatriz, mi mujer, profesora de hatha yoga, fundamos el
Centro Sattva, que acaba de cumplir 38 años.
-¿En qué consiste el movimiento corporal integrador?
Es una síntesis de mi formación, pero además de mis propias
experiencias y observaciones. El movimiento corporal integrador considera
al ser humano como la suma de cuerpo, energía, emoción, sentimiento,
mente y espíritu. Con la primera letra de cada uno de estos aspectos
se forma la palabra ceesme . Por eso, la integración de estos seis aspectos
se logra a través de un programa que denominamos mirada céesmica y que comprende gimnasia, canto, música, yoga, meditación, reeducación
corporal, masajes e, incluso, teatro. Esta mirada no es algo formal, meramente
teórico, sino que libera sentimientos profundos, una gran alegría
y fraternidad. Es difícil explicar lo que todos disfrutamos cuando nos
tomamos de las manos y cantamos juntos. Además, sin forzarlo, fuimos
acuñando un lenguaje particular; por ejemplo, al espíritu lo llamamos
el interno. El sentido de todo esto es fundar una nueva vida dentro de nuestra
vida cotidiana.
-¿Qué consejo le daría a un ser humano común,
atribulado por los aspectos negativos de la vida moderna?
Le aconsejaría hacer un ejercicio muy simple que todos podemos realizar
cuando afrontamos situaciones conflictivas. Lo llamamos el remanso y sirve para
que las personas se conecten con ellas mismas, con su ser interior, porque en
el ser interior sólo hay paz y serenidad. Comenzamos por buscar
un lugar tranquilo y nos sentamos. Si necesitamos energía, extendemos
las manos hacia arriba, y si necesitamos descargarla, las extendemos hacia abajo.
La columna tiene que estar bien derecha, lo mismo que el tórax y la cabeza.
Entonces, imaginamos un remanso, por ejemplo, en las sierras cordobesas, con
un sauce llorón y un suave murmullo de agua y pájaros. Después
relajamos el sacro, porque entre la segunda y tercera vértebra está
el centro de gravedad del cuerpo humano. ¿Cómo lo relajamos? Cediéndolo
a la tierra, dejándolo ir. La actitud es muy importante, hay que ir muy
despacio, observando la respiración, como si fuéramos cazadores
de mariposas. Después, al sacro le ponemos la idea de relajación
y a nuestra respiración la idea de tranquilidad. Entonces pasamos al
entrecejo y a la frente y ahí ponemos la idea de serenidad. Por último,
apoyamos la mano sobre el pecho, con el pulgar sobre el esternón y el
resto de la mano sobre el corazón. Así tenemos la sensación
del yo, porque nuestro yo está apoyado en el corazón, que es la
sede de nuestros sentimientos.
-¿Qué significa Sattva?
Sattva es una palabra sánscrita que significa armonía, equilibrio,
luz. Pero hay algo que quería recordar. En el Raja Yoga, el filósofo
indio Patanjali, que algunos consideran el padre del yoga, compara la mente
con un lago donde las olas son los pensamientos y donde a veces una tormenta
las agita por lo que viene de afuera o de adentro. Entonces, es fundamental
que el lago esté calmo, porque cuando está claro y tranquilo se
ve el fondo y en el fondo está el yo.